martes, 21 de octubre de 2014

Revista Adiós Cultural, nº 107 Julio - Agosto
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MUERTES, AMOR Y SHAKESPEARE, VERANO DE CINE

Los estrenos menos contundentes del verano nos ofrecerán los dos próximos meses una cartelera cubierta con comedias sencillas, súper héroes, secuelas de exitosas cintas de animación y terror de segunda para las terrazas de verano. De entre los títulos que llegarán a las salas, nos quedamos con dos europeos y uno estadounidense. Tres historias de amor, de lucha y de muerte. Dos de ellas, adaptaciones de bestsellers juveniles: Ahora y siempre (Ol Parker, 2012) y Bajo la misma estrella (Josh Boone, 2013); la tercera, en cierta manera una autobiografía de su autor, Mil veces buenas noches (Erik Poppe, 2013). La muerte genera y sustenta las tres historias, y para las dos últimas una conexión más, Shakespeare y las palabras robadas a Casio y a Julieta, respectivamente, que reclaman nuestra atención guiándonos, desde un principio, más allá del título.

Adolescentes, situaciones límites, muerte y amor.

En nada va a beneficiar a la cinta de Ol Parker, Ahora y siempre (2012) que, siendo anterior a la última película de Josh Boome, Bajo la misma estrella (2013), su estreno coincida con el de esta. Ambos directores se ocupan de amores adolescentes vividos en un tiempo límite, por su escasa duración, en oposición a la pasión que eleva a sus protagonistas tres metros sobre el suelo. Ambos filmes son adaptaciones cinematográficas de libros juveniles, Before I die (Antes de que me muera)(2007) de Jenny Downham, en el primer caso, y The Fault in Our Stars (Bajo la misma estrella)(2012) de John Green, en el segundo. Los dos reconocidos por la crítica por igual, pero no así tocados por la varita mágica del visionario Wyck Godfrey, productor de Crepúsculo, ese privilegio y su consecuente campaña de marketing solo aseguran el éxito en taquilla para la norteamericana Bajo la misma estrella (2013).

Burlar al tiempo o detenerse a contemplar la puesta de sol

La actriz y escritora británica, Jenny Downham, es la autora de Before I die (Antes de que me muera) (2007), novela narrada en primera persona que cuenta los últimos meses de vida de una chica de 16 años, enferma de leucemia. Con esta novela, Downham quedó finalista para el Premio Guardián 2007 y en 2008 para el Lancashire Children's Book, además de conseguir ser nominada para la medalla Carnegie y para el Booktrust Teenage Prize, y obtener los premios Branford Boase 2008 y Waterstone.

Cinco años más tarde, Ol Parker (Rosas rojas, 2005) la lleva a la pantalla, Ahora y siempre (2012) contando con Dakota Fanning (Tessa), Jeremy Irvine (Adam) y Kaya Scodelario (Zoey) para los papeles protagonistas. La norteamericana Dakota Fanning, quien ya se ganó el favor de la crítica en dos de sus primera interpretaciones (Man on fire, Tony Scott, 2004 y La guerra de los mundos, S. Spielberg, 2005), interpreta a Tessa, adolescente enferma de leucemia que, en los últimos meses de su vida elabora una lista de “cosas” que toda chica debe experimentar antes de morir, una lista con la que dará rienda suelta a la rabia que la empuja a vivir al límite y en la que no faltan ni los delitos, ni las drogas ni, por supuesto, el sexo.

Dos acontecimientos la forzarán a replantearse las ganas de quemar su escaso tiempo con acciones arriesgadas y provocadoras, el embarazo de su mejor amiga, Zoey, y la aparición de Adam, un nuevo vecino del que se enamora. La vida que gesta su gran amiga en las postrimerías de la suya y el bálsamo que le supone ver correspondido su amor, darán un giro a sus últimas semanas, permitiéndole reconciliarse con el mundo y consigo misma.

La culpa, querido Bruto...

… no es de las estrellas, sino de nosotros mismos, que consentimos en ser inferiores”, así habló Cayo a Bruto en el Julio Cesar de Shakespeare y en dichas palabras se apoya John Green para titular el libro que da sustento a la película de Josh Boone, Bajo la misma estrella (2013), en dichas palabras y en la amistad que mantuvo con Esther Earl, quien, al igual que la protagonista de su historia, fallecería a los 16 años, víctima de cáncer de tiroides.

Hazel (Shailene Woodley) y Gus (Ansel Elgort) son dos adolescentes que se conocen en un grupo de apoyo para enfermos terminales. Él, joven estrella del baloncesto que ha perdido su pierna derecha a causa de un osteosarcoma, ella, terminal de un cáncer de tiroides. Son brillantes e inteligentes, comparten su pasión por un libro “An imperial affliction”, un mordaz sentido del humor y una entrega consciente y total al primer y último verdadero amor de sus vidas. En un viaje a Amsterdam para conocer al autor del libro que los estimula, Peter Van Houten (Willem Dafoe), se producirá una doble catarsis, por un lado la de la pareja, asumiendo la finitud de su amor y, por otro, la del autor del libro, quien no supera la muerte de una hija adolescente.

Mil veces buenas noches...

mil veces malas por faltar tu luz”... Así replicaba Julieta a las palabras de Romeo. Amantes enfrentándose a continuas despedidas, a separaciones obligadas por los apellidos, en la historia de Shakespeare, por la vocación y el compromiso profesional en la que nos cuenta el director noruego, Erik Poppe.

Tras la trilogía Schapaa (1998), Hawaii, Oslo (2004) y Aguas turbulentas (2008), el director comparte sus experiencias personales durante los años en los que fue fotógrafo de guerra para Reuters y lo que le supuso a nivel familiar y personal tener que elegir entre la profesión o la familia. Para trasladarnos esas emociones, al mismo tiempo que proponernos un debate íntimo sobre los límites del periodismo, de la vocación y/o de la temeridad, cuenta con la excelente interpretación de Juliette Binoche como Rebecca y de Nikolaj Coster como su esposo.

Rebecca vive a caballo entre el infierno de la guerra y el paraíso de su hogar, su familia. Debido a sus ausencias laborales, alterna dar las buenas noches a sus hijas por Skype, con ser testigo de masacres y barbaries, por lo que, al final, se verá obligada a elegir entre la vida rodeada de muerte y la muerte de aquello que la mantiene viva, su vocación.
 

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