Desde hace algunos meses trabajo en un proyecto, se trata del montaje de una obra teatral, "Uvas para tres", escrito por Pilar Barberá, quien, en esta ocasión, además de dirigir la obra, también interpreta uno de los papeles.
"Uvas para tres" es una obra teatral en tres actos que presenta, además de una historia muy tierna y divertida, un atractivo interesante: cada uno de los actos se sustenta en un estilo dramático diferente. Así, el primer acto es un drama con algún apunte de humor, el segundo una comedia con momentos dramáticos y el tercero un vodevil.
Un esfuerzo interesante para la autora y un trabajo duro para los actores, os lo garantizo. Yo interpreto a Alicia. Una mujer todo corazón, incapaz de permanecer pasiva si puede hacer algo por los demás, experta en amar (y en todos los matices que ello conlleva), amante, madre y amiga del hombre al que quiere y amiga de la mujer que más daño le hizo en la vida. Difícil papel y hermoso al mismo tiempo. Alicia está llena de matices, ha vivido experiencias duras, ha escogido una manera de vivir difícil que la obliga a "interpretar" continuamente, a reinventarse cada día y, sin embargo, cuando ella lo cuenta, banaliza hasta tal punto su realidad que ésta parece normal, sencilla e incluso atractiva.
Alicia se mueve como si se tratase de una nota musical. Alicia pisa duro al andar, enseña una fuerza y una disposición que la protegen del resto. A veces evita las preguntas y otras evita las respuestas. Siempre tiene una sonrisa, un momento para escuchar, ganas de dar y de darse, y así se entrega, ella cree que con cuidado.
Junto a Alicia están Fran (Bernardo) y Carmen (Pilar ). Él, su amante, su protegido, su punto débil. Él podría cambiarlo todo por dentro, por eso Alicia lo mantiene alejado de su entorno, por eso ha buscado un espacio para ellos, un pequeño y cálido espacio donde todo es posible, incluso el sentir que él la ama del mismo modo.
Ella, Carmen, es su pasado, la única respuesta para la pregunta ¿qué le pasa a Alicia?. Carmen trae consigo el recuerdo de la traición pero, al mismo tiempo, trae la única manera de pasar página, la posibilidad de que 28 años después del dolor, éste, por fin se duerma.
Después de un principio difícil, ya está en marcha el engranaje. Pilar ve progresos en los ensayos, los actores nos dejamos modelar. Por mi parte, primero fue conocer a Alicia, aceptarla, no juzgarla, lo que me permite ser ella sin prejuicios. Después vino el hacerme a sus palabras y ahora es ella la que declama, luego fue buscar su movimiento, ahora es ella la que brilla en cada paso y cada gesto. Es hermoso dejarse así, y, aunque todavía parte de mi conciencia nos acompaña a Alicia y a mi cuerpo durante los ensayos, muy pronto ésta se sentará frente al escenario, junto a la directora, y asistirá a la maravillosa y, por qué no, inquietante experiencia de ser otra sin dejar de ser tú.
Precioso lo que dices, Yolanda, cuando hablas de Alicia, que ya sabes que es un personaje que amo profundamente. Ya lo has hecho tuyo y eso es fundamental para trabajar de lleno en la obra, para entregarte, como te entregas tú, a mis manos de escultora cuando te dirijo.
ResponderEliminarHaremos un buen trabajo. Lo difícil será moldearme a mí misma pero sé que Bernardo y tú me vais a ayudar.